Espiritualidad ignaciana

En estos últimos días del año, afloran toda clase de sentimientos, ya sea por lo acontecido, ya por los retos del año que comienza. No pocos, optan por algún distractor, dizque para "olvidar las penas", sabiendo que "Lo importante no es lo que ha sucedido sino lo que podemos hacer con lo sucedido" y si tenemos fe "No hay mal que por bien no venga", "Lo maldito puede ser bendito". 

Cuando tenemos claro el propósito de nuestra vida, y si está bien fundamentado, relativamente es fácil hacer una evaluación del manejo de nuestros afectos. Lo primero es resaltar los aspectos sobresalientes, que  nos han hecho sentir realizados como personas, darle gracias al Dios revelado en Jesús y luego tomar consciencia de aquello que podemos mejorar. 

Con un saludo navideño, te recuerdo que hay tres cosas que no tienen retorno: "La palabra dicha, la flecha lanzada y la oportunidad perdida". 

El Señor, te da la oportunidad de celebrar esta Navidad en el contexto del "re-nacer de nuevo" como hizo el inquieto Nicodemo quien cronológicamente era un adulto ilustrado de la época, pertenecía  al Sanedrín (Cf. Juan 3,1-8) y quería conocer a Jesús; creyó en él y después  de morir su amigo en la cruz, lo enterró dignamente (Cf. Juan 19,39).  

Ya hemos explicado cómo San  Ignacio hace una propuesta de la auténtica felicidad. No ha perdido vigencia, porque es para aquellas épocas históricas complejas, como la que estamos viviendo. Además vivió  su experiencia siendo laico.

En este video te presentamos lo esencial de lo que es la Espiritualidad y ubicamos la función de LAS religiones ya que algunos, por la crisis en las cuales se encuentran, infravaloran su función.

Dicen los críticos de la religión, que aquello que llamamos "Dios", no es otra cosa que atribuirle a un ser superior formas del comportamiento humano, proyectando en él, los grandes deseos e ilusiones que tenemos y que son difíciles o casi imposible de cumplir, como amar, no morir, perdonar, ser justos, ser felices teniendo todo bajo control, entre otros.  De esta manera Dios, no es otra cosa que una ilusión, es decir, un "cuento chino", para calmar lo que deseamos o no podemos explicarnos, como la muerte que, según algunos, es el único problema humano. 

Por tanto, es de vital importancia, antes de entrar en procesos de oración cristiana, tener una adecuada información acerca del Dios que nos reveló Jesús. De esto depende la forma como oramos y el sentido que podemos darle a nuestra vida.  

Objetivo:

• Saber Comenzar.
• Saber Dialogar.
• Saber Terminar.
• Saber Discernir.
• Saber confrontar con un Acompañante. 

Lentamente el Espíritu del Señor nos va conduciendo por el camino de la auténtica felicidad y nos pide colaboración para que el Proyecto de su Padre, la soberanía de su Amor Misericordioso, se cumpla. Jesús lo llevó a cabo y nos invita a seguirlo.

Así como Dios no puede hacer nada sin nuestra colaboración, nosotros tampoco puede hacer nada sin su ayuda y por ello nos envía su Espíritu de amor. 

Ya hemos indicado los tres medios, las tres condiciones, los cuatro requisitos y la ayuda Eucarística para seguir a Jesús, por el camino de la felicidad.

Vamos ahora a profundizar en uno de los requisitos: LA ORACIÓN CRISTIANA AL ESTILO DEL MAESTRO IGNACIO.

Cuando vamos a un gimnasio hay un "orden y un modo" de proceder, por ejemplo, calentamiento antes de... Lo mismo pasa en el ejercicio espiritual de la oración:

1. Preparar la oración para no improvisar. Tener clara la gracia que deseo. La llamamos "Petición Eje" o "Petición Central". 
2. Saber Comenzar, dándose la bendición y rezando la oración de la Recta Intención: "Permite, Padre, que todas mis intenciones, acciones y operaciones, sean puramente ordenas para amar y servir al estilo de Jesús".
3. Saber dialogar...
4. Saber terminar...
5. Saber discernir...
6. Saber confrontar las "Mociones" con un Acompañante Espiritual.  

Te explico todo mejor, en el siguiente video

Objetivo:

Los tres medios, las tres condiciones, los cuatro requisitos y una ayuda

Con un saludo fraterno recibe el resumen de las principales herramientas de nuestra espiritualidad experimentada y sistematizada por San Ignacio de Loyola fundador de la Compañía de Jesús.

Si Lutero, contemporáneo del Maestro  Ignacio, en la primera mitad del siglo XVI "protestó saliendo" de la Institución Católica-Romana, que se encontraba como ahora, en una profunda crisis,  el Maestro Ignacio "protestó entrando"dentro de sí mismo y junto a sus compañeros, oxigenó la Iglesia, a través de su espiritualidad. El Papa Francisco, jesuita, está poniendo en práctica lo que él ha vivido a plenitud. 

Si quieres ver la síntesis de lo que hemos explicado,  mira el siguiente video:  

"Si hay paz en tu corazón, habrá paz en un lugar de Colombia".

Objetivo:

Un acompañante espiritual

Todos disfrutamos cuando en alguna de nuestras limitaciones físicas o psíquicas nos atiende un buen médico o un buen psicólogo. Se percibe aun en la forma como nos saludan, nos miran y preguntan. Sabemos si están de afán o no. Sentimos su paciencia, discreción y profesionalismo. Si aciertan en el diagnóstico y nos sacan adelante lo elegimos como nuestro médico personal  o "mi coach", si es psicólogo, como dicen algunos. 

Objetivo:

La Pausa Ignaciana

Gracias a Dios existen los genios en muchas dimensiones, como en el arte, en las matemáticas, en la música, el deporte, entre otras. En la dimensión espiritual se pueden enumerar a no pocos. Y todos los genios en la investigación dan un aporte para que la humanidad avance en su búsqueda de bienestar integral.

Ignacio de Loyola fue uno de ellos... se adelanta a la historia y nos propone unas herramientas muy práctica para ir por el camino de la felicidad plena y así encontrarle sentido a la vida.

Ya hemos explicado los tres medios para lograrla; las tres condiciones y ahora estamos explicando los cuatro requisitos: 1. "La oración de la recta intención". 2. La oración al estilo de Jesús-Pablo-Ignacio y la 3. "La Pausa Ignaciana o Examen Diario". Dentro de ocho días... la 4.... 

"La Pausa Ignaciana" o "Examen Diario" para Ignacio era tan importante que cuando un jesuita no podía celebrar la Eucaristía o hacer oración, no había problema. En cambio el "Examen Diario" era y es un ejercicio vital, ya que de él depende el saber si vamos por el camino correcto. Es como una evaluación continua del cómo se está desarrollando la vida centrada en el verdadero amor. Por lo tanto, ahora es más vigente que nunca, dada la confusión en la cual nos encontramos. Supone motivación, y especialmente una experiencia con el Dios revelado por Jesús, que habita y actúa increíblemente en el corazón de todo ser humano a través de las MOCIONES, o movimientos interiores que empujan hacia el amor o hacia el egocentrismo. 

Para hacerlo correctamente la persona debe tener muy claro cuál es el propósito o sentido de su vida. Recordemos que el Maestro Ignacio lo llama "Principio y Fundamento", es decir, la orientación que uno le quiere dar a su existencia.    

En el siguiente video se explica un poco más este requisito. 

Objetivo:

Ordenar la vida según un Propósito o Sentido: El Principio y Fundamento

Vamos lentamente informándote acerca de aspectos fundamentales de la Espiritualidad Ignaciana, necesarios hoy en día, dadas las actuales circunstancias.

San Ignacio creía que todo ser humano, si quiere y pone de su parte, puede tener un contacto "en vivo y en directo" con la divinidad, es decir, tener una verdadera experiencia con el Dios revelado en Jesús, quien supo interpretar y llevar a la práctica la Voluntad de Dios, que desea la auténtica felicidad para todos.

¿Cómo puedo saberlo? Ordenando mis afectos y mis deseos, de acuerdo a un propósito o sentido de vida llamado por San Ignacio  "Principio y Fundamento", como ya lo hemos explicado anteriormente. Pero, no basta tener claro la finalidad de mi vida, debo cada día evaluar o discernir, a través de  "La Pausa Ignaciana" o "Examen Diario" como lo explicaremos más adelante. 

El P. Pedro Arrupe, s.j. superior general de la Compañía de Jesús, quien está en proceso de beatificación, afirma que el Maestro Ignacio en su proceso de conversión, pasó de la contemplación de la Trinidad a la contemplación de su acontecer. Se sintió llamado a  colaborarle en su misión salvadora. 

Podemos concluir que la Oración Ignaciana es ser "Contemplativos en la Acción y Activos en la Contemplación", es decir, partícipes y colaboradores del acontecer amoroso de Dios en la historia, dejando a Dios, con su amor de misericordia, ser Dios. Esta es la verdadera experiencia con el Dios revelado en Jesús.  

Mira la explicación en video sobre este tema.

Objetivo:

“Nosotros no sabemos orar”. “Es el Espíritu que ruega conforme a la voluntad de Dios”.

Con el cariño de siempre te explico que es la oración según San Pablo. Lo hacemos en forma resumida y didáctica.  Mis afirmaciones se basan en  una conferencia dictada por el P. Gustavo Baena, s.j.

Queremos en forma corta y didáctica hacer conocer la Espiritualidad Ignaciana propia para momentos de crisis y de confusión,  como los de hoy en día, bombardeados por las redes sociales y las post verdades y la manipulación.

Si quieres ver la explicación y escuchar una canción, mira el siguiente video 

Objetivo:

La oración al estilo de Jesús.

Abordamos el segundo requisito de la espiritualidad ignaciana que el Maestro Ignacio intuyó siendo laico: la oración, diferente a rezar. Acudimos a las orientaciones que nos dio el P. Gustavo Baena, S.J. cuando explicaba "La oración en Jesús, en Pablo y en Ignacio".

Si quieres ver la explicación, la idea principal en 5 minutos, de que es orar, mira el video que está a continuación 

Objetivo:

La oración de la Recta Intención

Con un saludo, lleno de esperanza, continuamos de una manera sencilla y breve, indicándote aquello que descubrió San Ignacio de Loyola, en momentos de gran crisis de nuestra Iglesia Católica. Esta espiritualidad es precisamente para estos tiempos.

Ya explicamos los tres medios para seguir a Jesús y las tres condiciones: Hace ocho días mencionamos los cuatro REQUISITOS. 

La propuesta no es fácil... hay que estar "enamorado", en el sentido de haber experimentado el amor revelado por el Dios de Jesús. Del amor nace la motivación, el deseo, la moción, el motor y la fuerza de ir siempre "hacia arriba y hacia adelante", como decía Teilhard de Chardin, s.j.

Si quieres ver la explicación del primer requisito, mira el video que está a continuación 

Le hicimos una breve acomodación a la oración original que el santo recomienda expresar siempre antes de cada oración de sus Ejercicios Espirituales. 

Dice así: "Permite, Señor, que todas mis intenciones, acciones y operaciones, sean puramente ordenadas para amar y servir, al estilo de Jesús.

Bendiciones para ti y tu entorno, Julio 

Objetivos:

• Oración de la Recta Intención.
• Oración al estilo Ignaciano.
• La Pausa Ignaciana o Examen Diario.
• Un Acompañante.

Tratamos en este blog de transmitir en forma muy sencilla, pedagógica y sintética, aquellas características propias de la Espiritualidad Ignaciana.

Con el fin de actualizar la información que hemos venido compartiendo, les envío el resumen:

Punto de partida: todos queremos ser felices y estamos diseñados para ello. 

¿Qué descubrió Ignacio? 

1. Tres medios
2. Tres condiciones
3. Cuatro requisitos para lograrlo.

MEDIOS

• Experimentar que Dios nos amó primero y ese amor ordena nuestros afectos y deseos íntimos. 
• Ser dóciles a ese amor, es decir, dejarse llevar por la gracia.
• Concretizar ese amor en el servicio especialmente a las personas marginadas.

CONDICIONES

• Saber ser libres superando la tendencia a los apegos, a las codependencias, a la fama, al poder, a la imagen y a los ídolos que esclavizan.
• Saber discernir las dos fuerzas que todo ser humano tiene: la fuerza del amor desinteresado y la fuerza del egocentrismo. A esas fuerzas Ignacio las llamó "mociones del buen o mal espíritu".
• Saber tomar las mejores decisiones de acuerdo al sentido o propósito que tenemos de la vida: "en todo amar y servir" al estilo de Jesús.

Mira en el siguiente video los cuatro requisitos para este estilo de vida espiritual

Objetivo:

Saber tomar las mejores decisiones: la excelencia o “Magis”.

El Dios, revelado en Jesús, se la jugó toda con sus hijos(as), cuando nos dio la posibilidad de ser libres para tomar decisiones. La libertad es una condición indispensable  para poder amar, como Él quiere que nos amemos. De lo contrario nuestras relaciones se convierten en adicciones, codependencias, juegos psicológicos, que los confundimos con amor.  

Entonces, la tercera condición para caminar hacia la auténtica felicidad es saber tomar de decisiones, libres, responsables y autónomas,  aquellas que "más y mejor" nos conducen hacia el fin para el cual estas siendo criados.  Ese "más y mejor" se conoce como "EL MAGIS IGNACIANO". Decisión relacionada no con la prepotencia, la imagen, la competencia, sino con decisiones sencillas, humildes, profundas que vayan en bien de las personas más necesitadas de la sociedad, según los criterios del evangelio.  

En el siguiente video puedes ver la explicación de la tercera condición para la auténtica felicidad. 

Objetivo:

Saber discernir al estilo del Maestro Ignacio

Uno de los mejores aportes del Maestro Ignacio de Loyola para seguir por la ruta que nos conduce a la "Tierra Prometida" (el amor como plenitud de la felicidad) es el DISCERNIMIENTO,  entendido como esa capacidad que nos da el Espíritu Santo para distinguir esas fuerzas internas, esos deseos, que nos llevan a actuar. Una fuerza es la del amor, nos impulsa a servir y otra la fuerza, la del egocentrismo, que nos encierra en nosotros mismos, nos abruma, confunde y mata. 

Objetivo:

Ser libres, superando las tendencias a los apegos y adicciones

Después de haber explicado los tres medios para ser felices, según la Espiritualidad Ignaciana, comenzamos a informarte acerca de las tres condiciones para lograrlo. 

La primera condición se conoce como "La Indiferencia Ignaciana" que significa evitar a toda costa depender de algo o de alguien, y estar como esclavo de personas, cosas, lugares, como si  fueran pequeños dioses. 

Todos queremos ser libres para amar, libres para ser lo mejor de nosotros mismos y así sentirnos felices. Con razón San Agustín dice: "Ama y haz lo que quieras" y Pedro Arrupe "Enamórate, enamórate, que eso lo decidirá todo".

Si quieres profundizar en esta condición y examinar tu mundo interior para tomar decisiones, haz "clic" aquí↓

Objetivo:

Servir al estilo de Jesús.

San Ignacio, fue un hombre fuera de serie, como tantos otros que se adelantan en la historia y sus descubrimientos han hecho un gran bien a la humanidad en diversos niveles, como el arte, la música, las matemáticas, la medicina, entre otros.

Pues bien, Ignacio después de presentarnos los dos primeros medios para ser feliz (Alabar, entendiendo como experimentar que Él nos amó primero y dejarnos llevar por ese amor, obedeciendo), ahora nos invita a que SIRVAMOS.  

Si deseas ver un corto video sobre este tema, haz "clic" aquí↓

Objetivo:

Saber escuchar y seguir las mociones o movimientos del Espíritu Santo

Observemos cómo la propuesta de San Ignacio de Loyola, para ser feliz, sigue vigente después de 462 años. 

Recuerda que el primer paso que descubrió el Maestro Ignacio fue el tomar conciencia de la continua presencia amorosa de Dios en nuestras vidas. Así surgen los sentimientos de Alabanza, fruto de un re-conocimiento de su misericordia.  Ese amor sana, perdona, libera e impulsa al servicio, a partir "El Pan" con quienes nos rodean. Así somos muy felices porque estamos diseñados para "amar y servir". 

Si quieres continuar con el próximo paso para lograrlo, mira el siguiente video

Antes de iniciar la Unidad 3, te invito a ver el siguiente video para que comprendas mejor en que consiste esta nueva etapa de tus Ejercicios Espirituales.

Más abajo del video, encontrarás la información del primer capítulo de esta Unidad.