Es propio de los Ejercicios

Centro Ignaciano de Reflexión y Espiritualidad


 

Un punto esencial en cualquier modalidad en que se hagan los Ejercicios ignacianos es el “acompañamiento espiritual” durante el proceso de los mismos. Los Ejercicios “se dan y se reciben siempre”, como lo afirman prácticamente todas las anotaciones; se “conversa en ejercicios”, decía Pedro Fabro. El padre Juan de Polanco, por muchos años secretario de la Compañía y profundo conocedor de la mente de san Ignacio, escribe en su Directorio de Ejercicios:

 

«No ignore el que se ejercita que entre las cosas que sirven mucho para merecer la gracia de Dios está la humildad, con la que se manifiesta a su instructor para que le instruya, y así mismo le obedece… pues es prudencia espiritual en cada uno, el buscar como juez en el propio negocio a otro distinto de sí mismo… pero la ayuda de otro es principalmente necesaria a aquellos que, no estando versados en las cosas espirituales, empiezan a entrar en la vida espiritual; por esto aconsejan los doctores, antes no entrar en este camino, que hacerlo sin maestro».

 

El mismo Ignacio, al hacer su propia experiencia fundante de los Ejercicios en Manresa, acudía a su confesor y buscaba también personas espirituales para hablar con ellas y poder conocer en esta forma, qué espíritu lo conducía a él. Posteriormente “conversó en ejercicios” con Javier, con Fabro y con otros de los primeros compañeros. De ahí la importancia decisiva del discernimiento espiritual en la vida de estos tres compañeros de Jesús y en otras personas que buscaron vivir a fondo esta experiencia.

 

Este diálogo espiritual se hace sintiéndose Iglesia, porque como mediación eclesial humana que es, expresa concretamente la manera de sentir con la Iglesia y en la Iglesia. El Espíritu y la Iglesia para Ignacio siempre fueron inseparables.

 

"Busca a Dios en la operación íntima de tu corazón y de tu amor.  Allí se le encuentra en una dulce unión y plácido descanso, con cierto sentimiento inexplicable de la virtud y del poder infinitos Si le buscas en el entendimiento te enredarás en muchas dificultades, y no le encontrarás.  En el corazón es donde está la teología mística." (J. Nadal, Observaciones espirituales, p. 505)

 

"Enséñanos cómo se llega hasta Tí.

No tenemos más que nuestra voluntad.

Inspíranos, guíanos, cuídanos en el camino.

Si por la fe te encuentran los que se refugian en Tí, danos esa fe". (san Agustín)

 

Crear en nosotros las disposiciones que abren el corazón a toda actuación del Espíritu Santo, especialmente a la aceptación de sí mismo. Esta disposición, que no es ni mucho menos pura resignación pasiva y cuya naturaleza se irá esclareciendo poco a poco, forma parte de la indiferencia requerida por san Ignacio para orar, para hacer los Ejercicios, para llevar una vida humana según Dios. Aceptación, que es a la vez apertura al futuro y confianza en Dios, aceptación de ser “un campo de experimentación del Espíritu Santo". (Teilhard)

 

Hay que dejarse trabajar por este ritmo lento. Es lo más difícil. Queremos sentir inmediatamente los resultados. El hombre humilde que cree en la gracia no se sorprende de las tardanzas de Dios, se ofrece con paciencia y con amor a la gracia del tiempo y en ello ve una de las condiciones de la gracia. La verdad se deposita poco a poco en el corazón, y si tenemos problemas por resolver, la solución se nos da de forma diversa a como esperábamos. “El gran esfuerzo consiste en hundirnos en un gran silencio apacible." (Laplace, J. Diez días de Ejercicios)

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