Centro Ignaciano de Reflexión y Ejercicios
¿Qué significa confiar en Dios? Los cristianos que se llaman a sí mismos fieles pueden decir que ponen sus incertidumbres o decisiones difíciles en las "manos de Dios". Pero confiar en Dios no significa salirse del cuadro.
San Ignacio cuenta una historia en su autobiografía que da un ejemplo de una comprensión inmadura de la confianza en Dios. En el camino a Montserrat, al comienzo de su nueva vida como seguidor (o soldado, como podría decir) de Cristo, Ignacio se encontró con un moro que no estaba de acuerdo con algunas de sus creencias. Según Ignacio, el hombre fue irrespetuoso con la Virgen María. Ignacio, en un momento reactivo, sintió que debía matar al moro para defender el honor de María. Cuando el moro se alejó, Ignacio decidió en una bifurcación del camino que si su mula iba por el camino que había tomado el moro, mataría al hombre, pero si la mula iba por el otro lado, no lo haría. ¡Afortunadamente, la mula eligió el camino que evitó el encuentro con el moro!
Si bien San Ignacio pudo haber pensado que esta era una forma de discernimiento que confiaba en la decisión de Dios, ¡no lo era! (Maduró mucho después de esa experiencia). La confianza real en Dios no nos quita la responsabilidad.
En muchos momentos de la vida se hace un “mapa” o hitos de historia de fe: de dónde vengo y qué momentos importantes me llevaron a donde estoy ahora. Considero la crianza en la fe, los sacramentos de la iniciación, tiempos de formación en el colegio y la universidad, las relaciones que he tenido, para finalmente terminar donde estoy ahora.
Mirando el recorrido de fe se pude ver y se experimenta la mano de Dios. Pero cada paso nunca estuvo fuera de las decisiones que tomé. Siempre hubo algún discernimiento que me llevó a elegir el siguiente camino y luego el siguiente.
La relación de confianza en Dios madura poco a poco. Aquello que dice Pablo, “yo se de quién me he fiado”, es un asunto de confianza por la cercanía con Dios en diversos aspectos de la vida, que ha madurado en los frutos del discernimiento y la reflexión que llevan a tomar una decisión u otra.
La confianza en Dios no se trata de casualidad o suerte, se trata de colaborar con Dios en las elecciones de mi vida. Dios guía, impulsa e incluso puede empujarme, pero en última instancia, cada decisión depende de mí.
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Alejandro Arcila (domingo, 21 noviembre 2021 19:49)
Aprender de los jesuitas es increible
Gracias