¿Cómo ha sido el proceso?
1. Clarificar con cuál Dios nos estamos comunicando=orando. ¿Con aquel que nos imaginamos? ¿Con aquel que recibimos en la infancia y está en el cerebro como un "disco duro" dándonos vueltas y más vueltas? ¿Con el Dios revelado en Jesús?
2. En anteriores videos hemos presentado al Dios revelado en Jesús, cuyo rostro es "Amor de Misericordia" a quien no vemos pero que está en lo más profundo de nuestro ser, como Padre Maternal que nos está criando; como Hijo Redentor que nos está amando y como Espíritu Salvador que nos está guiando. Si tenemos dudas, algo natural, recordemos la afirmación de Jesús al racionalista-gnóstico, Tomás: "Felices aquellos que sin haber visto, han creído". ¿Queremos ser felices?
3. Desde su Misericordia, estamos interpretando nuestra vida con el fin de tomar conciencia de su presencia. Presencia amorosa que cada día nos empuja a una mejor calidad de vida, dándole sentido a momentos de plenitud y momentos de oscuridad y dolor.
4. Para que reafirmes estas verdades te envío una parábola llamada "La Parábola del Lápiz". Tiene una duración de 4,31 minutos... Estoy seguro que iluminará y afianzará más tu fe. Es extraordinaria, contémplala, órala e interpreta tu vida con esos siete principios que podrían gobernar tu existencia. Al finalizar la oración, haz el discernimiento según las pautas indicadas anteriormente.
5. La parábola te ayuda para que sigas elaborando y puliendo el dibujo o propósito de tu vida y la forma como puedes describirla.
6. Para el siguiente paso, es necesario que tengas en tu cuaderno, aquel dibujo simbólico en el cual está el sueño o sentido de tu vida. Lo podrás enriquecer con la propuesta del
Maestro Ignacio de Loyola.
7. Puedes ver la parábola en el siguiente video
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