Te cuento que en mis años "mozos" fui muy crítico de la Religión que había "amamantado" en mi hogar, muy cristiano-católico y políticamente muy conservador, y reforzado por el Colegio Javeriano de Pasto, con los jesuitas de aquel tiempo, con misa diaria todos los días, letanías los sábados y confesándome antes de comulgar. No niego mis raíces.... por algo estoy donde estoy.
Al estudiar filosofía en la Compañía de Jesús, me propuse leer a "los críticos de la sospecha", como Marx, Feuerbach, Nietzsche, Freud, entre otros... y los afiches del Che Guevara y Mao, remplazaban en mi cuarto, a los del Sagrado Corazón de Jesús y de María Santísima. Cuando fui profesor en el colegio San Bartolomé, La Merced, de Bogotá, no enseñaba aquello que me correspondía (La Doctrina Social de la Iglesia ya que a mis alumnos poco les importaba) sino el famoso librito rojo con las "Cinco Tesis Filosóficas de Mao Tse-tung" que todavía lo conservo, lo estoy mirando. Todavía no me explico cómo mis superiores me aguantaron... y ahora a mis 72 años, 52 de jesuita y 42 como sacerdote, no faltan las inquietudes, ya que "Cuando supe todas las respuestas, me cambiaron las preguntas". Ahí voy... peregrino de verdad, como mi fundador Ignacio de Loyola, "El Peregrino", como se llamaba y mis hermanos jesuitas, inquietos y algo insatisfechos como el Papa Francisco, queriendo hacer las cosas "cada vez MEJOR", es decir, "A La Mayor Gloria De Dios" (AMDG), que es la Gloria del ser humano, es decir, su bienestar.
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